Nuevo Boletín de Salud!

El gobierno porteño persigue a una médica del Gutiérrez

Laura Schargrodsky es pediatra. Trabaja en el Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”, donde es presidenta de la filial de Médicos Municipales, y desde hace 14 años, en el SAME. Sus compañeros la definen como una “luchadora incansable”. Hoy está sumariada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Uno de los argumentos esgrimidos es “participar de una asamblea”. Adolfo Pérez Esquivel, Nora Cortiñas, Osvaldo Bayer y Maristella Svampa son algunos de los firmantes de la solicitada que exige al GCBA que cese la persecución gremial y política a Laura.

La Dra. Schargrodsky fue una de las voceras en la lucha contra la resolución 1657 del Ministerio de Salud porteño que dejó a 1500 profesionales en la calle y cerró 11 programas del SAME. A través de esta resolución, el gobierno porteño despidió a todos los profesionales que desempeñaban suplencias de guardia en planta desde hacía años en los hospitales y centros de Salud de la CABA. Estas suplencias eran puestos totalmente precarizados (no tenían vacaciones, aguinaldo, licencias, ni aumentos) pero permitían contrarrestar la falta de nombramientos, con su eliminación el plantel médico en algunos hospitales fue reducido a un tercio.

Laura es pediatra en el Programa de Atención Domiciliaria de Urgencia (PADU). Como no pudieron despedirla por sus fueros gremiales, fue desplazada hacia otra área como reguladora telefónica del programa Pediatras en Casa. Sin embargo, a partir de un amparo presentado, en junio la Justicia ordenó que Laura debía ser restablecida en sus funciones, por considerar que el cambio fue discriminatorio por motivos sindicales.

Legisladores, organizaciones de derechos humanos, asociaciones de profesionales de la salud y personalidades destacadas de la cultura, se solidarizan con la Dra. Schargrodsky y exigen “el inmediato cese de su persecución política: el cierre de su sumario y la inmediata restitución definitiva a su función anterior e histórica en el SAME”. Gracias al respaldo público, Laura pudo conocer de qué se la acusa porque la Dirección de Sumarios le negaba la posibilidad haciendo uso del Decreto 3360/MCBA/1968. La abogada de Schargrodsky denunció que este decreto, sancionado en la dictadura de Onganía, es inconstitucional. La Asociación de Profesionales del Hospital Gutiérrez expresó en un comunicado que “el gobierno de la CABA, por este decreto, es juez y parte ya que la Dirección General de Sumarios es la que sugiere en forma no vinculante la sanción que resuelve la Ministra”.

El martes 30 de septiembre, se convocó a una concentración en Av. Córdoba 1345, a la Gerencia Operativa de Asuntos Judiciales de la Dirección de Sumarios del GCBA, donde fue citada la Dra. Schargrodsky para prestar indagatoria. Compañeros de distintos hospitales, residentes del Gutiérrez, legisladores de la Ciudad, personalidades destacadas de la salud como Ricardo Zambrano y representantes de la lucha por los derechos humanos, como Diana Kordon, se hicieron presentes y mostraron su solidaridad, no sólo hacia Laura sino hacia todos los trabajadores de la salud. En el acto se remarcó que la medida contra Laura pretende ser aleccionadora para todo aquel que intente resistir el vaciamiento y privatización del hospital público.

“Mañana le puede pasar a cualquiera de nosotros, los que estamos luchando en cada lugar de trabajo por el hospital público”, expresó un trabajador del Hospital Ramos Mejía y convocó a pensar en una nueva marcha blanca. Por su parte, el médico y legislador, Jorge Selser, reconoció que “nunca en mis 27 años de médico, vi un sumario de estas características”.

Jorge Yabkowski de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina (FESPROSA) ejemplificó cómo la persecución gremial no se limita a una sola persona u hospital. Denunció las amenazas que viene sufriendo la Dra. Liliana Ongaro, dirigente de la Asociación de Profesionales del Hospital Garrahan, quien “no sólo ha sufrido todo tipo ataques y violencia, atentados contra la libertad sindical sino atentados contra la vida. A Liliana le cortaron los frenos de su auto en el garaje del hospital y salvó su vida de milagro”.

“La industria vende medicamentos como vende celulares” 

El Dr. José Carlos Escudero es médico sanitarista, sociólogo y profesor universitario. En diálogo con “La Posta Sanitaria” habló sobre producción pública de medicamentos en Argentina. Se refirió: a la presión del lobby empresarial para que no haya producción estatal, a la ley de genéricos a la que calificó de “un gesto de relaciones públicas que salió mal” y sobre “la patriada” de Brasil frente a los grandes laboratorios.

- ¿Cómo ve la situación de la producción pública en Argentina?
- La industria comercial de medicamentos le tiene pánico a la fabricación pública de medicamentos. Si áreas del Estado argentino como las universidades o las provincias, empiezan a fabricar medicamentos se verá que el precio de venta de esos medicamentos es muy inferior al de los medicamentos de fabricación privada y se establecerían así precios testigos. Lo que vemos es que cualquier intento de que el Estado controle más a la industria capitalista o se largue, en diferentes lugares, a fabricar medicamentos por su cuenta, tiene la oposición de un lobby poderosísimo.

- ¿Cómo es que actúa ese lobby?

- Los medios de comunicación de masas, que son parte del paquete capitalista de venta de mercancías, juegan un papel muy importante. Si Ud. prende la televisión va a ver a comunicadores de salud que se la pasan dando consejos sobre salud que incluyen la venta de alguna mercancía capitalista. Vemos publicidades que no están dedicadas a que la gente tenga mejor salud sino a prometer. Y pasa algo terrible, de lo cual se habla poco, que es que la industria capitalista da dádivas (es una forma elegante de decir “coimas”) a médicos y a organizaciones médicas. Cosa que viola todo tipo de ley de ejercicio de la medicina, viola el juramento hipocrático. Y como si esto fuera poco, la venta de medicamentos está defendida por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y por muchas embajadas de países que van a presionar para que Argentina no fabrique medicamentos.

- Con respecto a los medicamentos que se venden y no tienen una acción comprobada, esto se ha comentado en emisiones pasadas, ¿qué nos puede decir al respecto? - Si Ud. hiciera un control científico serio es posible que llegue a la conclusión de que un tercio de los medicamentos que se venden en la Argentina son peores que otras opciones más baratas. La industria cuando está por vencer una patente tiene que sacar un nuevo medicamento patentado porque así es como ganan plata, aunque el nuevo medicamento sea peor que el anterior, aunque sea más caro que el anterior. Esto sucede permanentemente y hace que el dinamismo en la búsqueda de ganancia supere a la decisión científica de atender a la gente. La industria vende medicamentos como vende celulares, pero hay un problema ético: el medicamento está asociado a la vida y a la muerte, es otro baile.

Fuente: diaroz.com.ar
- ¿Cómo evalúa la política vigente de genéricos? y ¿qué habría que hacer para que haya un mayor control?
- Lo de los genéricos fue básicamente un problema de relaciones públicas. El médico tiene que prescribir por el nombre genérico, científico, y no por el nombre de fantasía y es entonces el farmacéutico el que le tiene que dar todas las opciones. Pero ahí están los problemas, porque el farmacéutico gana más plata vendiendo el genérico caro y a la industria le conviene vender el genérico caro, disminuyendo la oferta de medicamentos genéricos baratos a las farmacias; ellos controlan la canilla. Por eso lo de los genéricos fue, lamento decirlo, un gesto de relaciones públicas que salió mal pero que no era posible que saliera bien. Lo que hay que decir es, no medicamentos genéricos sino medicamentos esenciales, medidos científicamente, que sirvan para curar enfermedades, olvídense del concepto de genéricos.

- Intentando establecer una comparación con la Argentina, ¿qué ha hecho Brasil en cuanto a producción pública de medicamentos?
- Brasil se pudo dar el lujo de apretar a la industria para que le venda medicamentos contra el SIDA, por ejemplo, diciendo “si no nos bajás el precio, no te compro más”, lo cual es una patriada importante. Como hizo Sudáfrica también, pero para eso hay que tener el coraje de enfrentarse a la industria y de vencer a la campaña de terrorismo epidemiológico de “este gobierno no compra medicamentos”. Argentina en este momento está ganando caminos afortunadamente con el hecho de que se votó la ley, se reglamentó y empieza a haber más plata del gobierno nacional para que se expanda la producción pública de medicamentos. El Estado debe proveer de medicamentos públicos a hospitales pero también hay que venderlos en farmacias para que, así como hay precios cuidados en alimentos, haya precios cuidados en medicamentos. Y que el público consumidor saque la conclusión de porqué el Estado argentino puede vender, con el más alto nivel científico, mucho más barato que lo que vende la industria capitalista.

La entrevista completa puede leerse en la sección Entrevistas de este blog.

Conflicto en el Centro de Salud Mental “Carlos Ameghino”

El pasado 1 de octubre, las políticas de vaciamiento de la salud pública del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires volvieron a hacerse eco en la comunidad. Esta vez el escenario fue el Centro de Salud Mental N°3 “Dr. Carlos Ameghino”. Bajo la consigna “por la defensa del derecho a la salud pública, gratuita y de excelencia” los trabajadores del Ameghino realizaron una jornada de protesta denunciando el desmantelamiento, nombramientos ilegales y cambios en algunos de los servicios que van en detrimento de la calidad de asistencia y formación profesional que ha brindado históricamente el centro. Este reclamo se enmarca en una lucha que a estas alturas ya es histórica dentro del hospital, por prolongarse de manera sostenida durante más de 6 años.

Desde el año 2009, la Asociación de Profesionales del hospital Ameghino, viene realizando jornadas de protesta y planes de lucha contra las políticas del gobierno de la CABA. En aquel entonces por orden del gobierno de Macri, en consonancia con la Asociación de Médicos Municipales, se desplazó al director del centro, Dr. Rubén Slipak, de manera arbitraria, mediante un sistema de selección ad-hoc, en contra de la legislación vigente y desoyendo la vocación y función democrática que siempre sostuvieron los trabajadores del Ameghino.

Para lograr dicho objetivo el Ministerio dictó dos decretos, el 868/08 y el 791/09, el primero creando el dispositivo de selección y el segundo desplazando al doctor Slipak de la dirección para nombrar en dicho lugar a una profesional médica, la Dra. Cecilia Fabrykant. La Asociación de Profesionales decidió entonces realizar acciones judiciales mediante amparos que resultaron favorables, pero que no obstante, el gobierno de la Ciudad terminó desoyendo y removiendo del cargo al Dr. Slipak, a quien además le iniciaron sumarios administrativos.

Actualmente, a través de un comunicado, la Asociación de Profesionales denuncia que “la Dirección General de Salud Mental propone hacer un hospital de día para pacientes adictos graves, sin respetar en absoluto los recursos humanos y materiales necesarios para el abordaje responsable de una problemática tan compleja”. Además, se desconoce completamente el servicio de toxicomanía que funciona hace años en la institución. Otro agregado al conflicto es la renuncia del personal ad honorem y los nombramientos “digitados” en las vacantes que van generando la disconformidad de quienes sostienen la calidad institucional.

Las políticas autoritarias y de persecución que ha llevado adelante el gobierno porteño junto a las corporaciones médicas en el plano de la salud mental no dejan de perseguir un único objetivo que tiene como fin el lucro y la privatización; en el fondo, como resto y nuevamente segregados: la población y los pacientes.

“La industria vende medicamentos como vende celulares”

El Dr. José Carlos Escudero es médico sanitarista, sociólogo y profesor universitario. En diálogo con “La Posta Sanitaria” habló sobre producción pública de medicamentos en Argentina. Se refirió: a la presión del lobby empresarial para que no haya producción estatal, a la ley de genéricos a la que calificó de “un gesto de relaciones públicas que salió mal” y sobre “la patriada” de Brasil frente a los grandes laboratorios. 

- ¿Cómo ve la situación de la producción pública en Argentina?
- La industria comercial de medicamentos le tiene pánico a la fabricación pública de medicamentos. Si áreas del Estado argentino como las universidades o las provincias, empiezan a fabricar medicamentos se verá que el precio de venta de esos medicamentos es muy inferior al de los medicamentos de fabricación privada y se establecerían así precios testigos. Lo que vemos es que cualquier intento de que el Estado controle más a la industria capitalista o se largue, en diferentes lugares, a fabricar medicamentos por su cuenta, tiene la oposición de un lobby poderosísimo.

- ¿Cómo es que actúa ese lobby?
- Los medios de comunicación de masas, que son parte del paquete capitalista de venta de mercancías, juegan un papel muy importante. Si Ud. prende la televisión va a ver a comunicadores de salud que se la pasan dando consejos sobre salud que incluyen la venta de alguna mercancía capitalista. Vemos publicidades que no están dedicadas a que la gente tenga mejor salud sino a prometer. Y pasa algo terrible, de lo cual se habla poco, que es que la industria capitalista da dádivas (es una forma elegante de decir “coimas”) a médicos y a organizaciones médicas. Cosa que viola todo tipo de ley de ejercicio de la medicina, viola el juramento hipocrático. Y como si esto fuera poco, la venta de medicamentos está defendida por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y por muchas embajadas que van a presionar para que Argentina no fabrique medicamentos.


- Una de las problemáticas que vimos en este programa es la dificultad de los laboratorios públicos de ganar las licitaciones en las propias regiones donde funcionan, es decir, que existe una falla del propio aparato estatal en promover la producción pública...
- La plata que está en juego es enorme. La industria mundial de medicamentos factura por año, casi tanto como el PBI de Argentina. Asi que sí Ud. es administrador y se las arregla para comprar un medicamento caro que le vende la industria, y no un medicamento de igual calidad o inclusive mejor que proporciona el Estado, alguna atención le van a dar sospecho.

- ¿Qué opinión tiene con respecto a la reglamentación de la ley 26.688 de fabricación pública de medicamentos?
- Esta ley se terminó votando con una tremenda oposición al interior del Ministerio Nacional de Salud y luego hubo que hacer una gran fuerza para que se la reglamente y se hizo pero con años de demora. Si Ud. es político y hace política de salud va a tratar de no pelearse con un lobby tan importante que le puede dar, por ejemplo, espacios en la televisión o en los medios hegemónicos. Si los políticos dicen lo que al capitalismo argentino le interesa van a aparecer mucho en los medios hegemónicos. Este es el mecanismo general de la política argentina.


- Con respecto a los medicamentos que se venden y no tienen una acción comprobada, esto se ha comentado en emisiones pasadas, ¿qué nos puede decir al respecto?
- Si Ud. hiciera un control científico serio es posible que llegue a la conclusión de que un tercio de los medicamentos que se venden en la Argentina son peores que otras opciones más baratas. La industria cuando está por vencer una patente tiene que sacar un nuevo medicamento patentado porque así es como ganan plata, aunque el nuevo medicamento sea peor que el anterior, aunque sea más caro que el anterior. Esto sucede permanentemente y hace que el dinamismo en la búsqueda de ganancia supere a la decisión científica de atender a la gente. La industria vende medicamentos como vende celulares, pero hay un problema ético: el medicamento está asociado a la vida y a la muerte, es otro baile.

- ¿Cómo evalúa la política vigente de genéricos? y ¿qué habría que hacer para que haya un mayor control?
- Lo de los genéricos fue básicamente un problema de relaciones públicas. El médico tiene que prescribir por el nombre genérico, científico, y no por el nombre de fantasía y es entonces el farmacéutico el que le tiene que dar todas las opciones. Pero ahí están los problemas, porque el farmaceútico gana más plata vendiendo el genérico caro y a la industria le conviene vender el genérico caro, disminuyendo la oferta de medicamentos genéricos baratos a las farmacias; ellos controlan la canilla. Por eso lo de los genéricos fue, lamento decirlo, un gesto de relaciones públicas que salió mal pero que no era posible que saliera bien. Lo que hay que decir es, no medicamentos genéricos sino medicamentos esenciales, medidos científicamente, que sirvan para curar enfermedades, olvídense del concepto de genéricos.

- Intentando establecer una comparación con la Argentina, ¿qué ha hecho Brasil en cuanto a producción pública de medicamentos?
- Brasil se pudo dar el lujo de apretar a la industria para que le venda medicamentos contra el SIDA, por ejemplo, diciendo “si no nos bajás el precio, no te compro más”, lo cual es una patriada importante. Como hizo Sudáfrica también, pero para eso hay que tener el coraje de enfrentarse a la industria y de vencer a la campaña de terrorismo epidemiológico de “este gobierno no compra medicamentos”. Argentina en este momento está ganando caminos afortunadamente con el hecho de que se votó la ley, se reglamentó y empieza a haber más plata del gobierno nacional para que se expanda la producción pública de medicamentos. El Estado debe proveer de medicamentos públicos a hospitales pero también hay que venderlos en farmacias para que, así como hay precios cuidados en alimentos, haya precios cuidados en medicamentos. Y que el público consumidor saque la conclusión de porqué el Estado argentino puede vender, con el más alto nivel científico, mucho más barato que lo que vende la industria capitalista.

- Hablando del caso brasilero, conociendo el lobby que estos grupos empresarios tienen aún en las universidades, por ejemplo, en la Facultad de Medicina de la UBA hemos estado hablando en programas anteriores de que a profesores concurrentes de muchísimos años de Farmacología los han tratado de sacar en concursos espúreos porque justamente denunciaban los negocios de las farmaceúticas, ¿hubo una mayor concientización de los profesionales de la salud en Brasil que pudiera acompañar este proceso de producción pública de medicamentos?
- Esto me parece que fue una medida que se tomó de arriba para abajo. Por suerte Brasil no desmanteló su universidad pública en la dictadura militar brasileña como Argentina sí lo hizo durante su dictadura. La universidad brasileña se preservó más así que la base de la universidad era más importante cuando volvió la democracia. Pero Argentina está retomando camino, por ejemplo, la inversión en la universidad pública es altísima, lo cual es muy bueno, así nuestro país está ganando años perdidos en esta área.

- Una buena noticia que hemos escuchado en este programa es la propuesta del Ministerio de Defensa Nacional de producir medicamentos a escala continental en el marco de la UNASUR ...
- Eso me pareció admirable. Yo solía decir en reuniones públicas que tenemos una muy buena ministra de salud, y se generaba un murmullo porque el ministro es un señor, pero yo lo decía por Nilda Garré. Garré, Ministra de Defensa, decide que por razones de defensa nacional el Estado argentino y las Fuerzas Armadas argentinas tienen que expandir su fabricación pública de medicamentos, no sólo para la defensa nacional en caso de conflicto, sino para fortalecer a la sociedad civil argentina. Es una cosa admirable la que vino haciendo el Ministerio de Defensa en los últimos años en Argentina.

- ¿Qué implicaría que esta política trascienda los límites nacionales?
- Lo que estamos viendo ahora con el satélite argentino. Argentina en el mercado mundial de satélites va a poder colocar un precio testigo con respecto a los precios de colocación de satélites de los países que tienen ahora amarrado el negocio. El Estado argentino podría competir en el mercado mundial, por supuesto si no le coimean todo, porque podría vender medicamentos eficaces a más bajo precio. Así que es una buena perspectiva para el futuro. Lo está haciendo la India ahora. La Corte Suprema acaba de decidir que la India no tiene que atarse al regimen de patentes de los países de Europa Occidental y EE.UU., es decir, deja de respetarle el regimen de patentes apelando a razones de salud pública y de ética, para que la India no tenga que pagar patentes en este juego de la OMC. Es una buena tendencia mundial.

- Yéndonos un poco de la producción pública de medicamentos. Ud. en algún momento dijo de que se necesita un programa de atención ambulatoria en la salud y una red de centros de salud que derive a hospitales, ¿cómo lo encararía para que sea una red que cubra a todos los ciudadanos?
- El modelo argentino de salud es capitalista intensivo y el gran ejemplo de Carrillo era la salud como derecho con hospitales públicos gratuitos, financiados por rentas generales. Lo que después de Carrillo se desarrolló en el mundo es el concepto de centros de salud vinculados con hospitales, aumentando la oferta estatal gratuita de salud, que es lo que hay que hacer para que la gente se muera menos. Así que con el centro de salud, con atención domiciliaria, con prevención uno puede hacer buena medicina preventiva que es lo más eficaz para que la gente se enferme y se muere menos. Pero el capitalismo no gana plata con lo preventivo sino con lo curativo caro.

- ¿Está de acuerdo entonces con el plan que implantó en su momento el Dr. Floreal Ferrara de los ATAMDOS?
- Por supuesto, Ferrara fue un pionero, admirabilísimo en volver a la medicina preventiva no mercantil en pleno neoliberalismo delirante. Ahí estaba Ferrara luchando.


- La diferencia está entre la salud como derecho o la salud como mercancía …
- Fíjese lo que está pasando con el ébola, una enfermedad de negros pobres, con lo cual al capitalismo no le interesa hacer prevención, no le interesa desarrollar una vacuna, no le interesa desarrollar un protocolo de atención porque ahí no gana guita. El capitalismo gana guita vendiendo parcelas carísimas a gente que puede pagarlas, sea lo que sea, un medicamento contra la calvicie por ejemplo, ahí ponen guita.

Por último y para cerrar, el Dr. Escudero hizo un llamado a la investigación no sólo a los estudiantes de Medicina sino a la comunidad en general:
- Si Ud. se mete en Internet va a saber en pocos días, mucho más de lo que suele decir un profesor titular de Farmacología que no quiera comprometerse. Los profesores titulares que no hablan del tema no es porque no lo sepan, lo recontra saben pero son beneficiarios de viajes, de congresos, de reuniones en hoteles de cuatro estrellas. Ud., a través de Internet, puede saber tanto como sabe y no dice un profesor de Farmacología de tipo conservador.

Boletín Julio 2014


Dos buenas noticias para la producción pública de medicamentos

El 21 de julio salió publicada en el boletín oficial la reglamentación de la ley 26.688 a poco de cumplirse los tres años de su promulgación. La ley declara de “interés nacional la investigación y producción pública de medicamentos, materias primas para la producción de medicamentos, vacunas y productos médicos entendiendo a los mismos como bienes sociales”. Entre otros puntos, el decreto reglamentario establece que “la programación de la producción pública estará orientada a elaborar medicamentos que respondan a las necesidades epidemiológicas de nuestro país teniendo como marco de referencia la propuesta de medicamentos esenciales de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”. Para esto, contempla realizar cada dos años como máximo “el correspondiente relevamiento para actualizar la demanda de medicamentos de la población y si correspondiere, reorientar la investigación y el desarrollo del sistema de producción pública”.

Los especialistas en la materia aseguran que fue debido a las presiones de los grandes laboratorios privados que se demoró la reglamentación. Para la industria farmaceútica no se trata de “bienes sociales” sino de mercancías sujetas al libre juego de la oferta y la demanda. La reglamentación se produjo en un momento de plena disputa del gobierno nacional con los laboratorios privados por los precios de los medicamentos. En el mes de junio, desde el Ministerio de Economía y la Secretaría de Comercio, les habían ordenado retrotraer los precios al 7 de mayo último, con la prohibición de no aumentarlos por 60 días, después de que los laboratorios incumplieran un acuerdo suscripto el 15 de junio.

Por otra parte, el 8 de julio, se reunieron representantes de varios laboratorios de producción pública de medicamentos y diputados de la comisión de Acción social y salud pública de la Cámara de Diputados. El eje de la reunión fue un proyecto presentado por la diputada Carolina Gaillard que establece la creación de una agencia nacional de laboratorios públicos. El proyecto tiene varios objetivos, entre ellos establecer “precios testigos” o de referencia para conocer la estructura de costos de los medicamentos, que hoy no se conoce. Esto es alarmante ya que es imposible para el gobierno discutir precios si no sabe cuánto le cuesta realmente a un laboratorio privado fabricar un medicamento. “Producir desde lo público es una de las maneras del Estado de intervenir en ese mercado”, aseguró el Ing. Carlos Arque, director del Laboratorio Industrial Farmaceútico de Santa Fe (LIF SE).

La diputada Gaillard destacó además que la agencia no sólo apunta a la producción de medicamentos “huérfanos” (aquellos por los que la industria no tiene interés por no ser rentables) sino a coordinar el trabajo de todos los laboratorios. Este proyecto permitiría institucionalizar el trabajo que desde hace mucho vienen realizando los 39 laboratorios públicos de producción de medicamentos que existen en el país.

“Una vez que los ciudadanos se empoderen de esto, no habrá forma de cambiarlo”, sostuvo el ex Ministro de Salud de la provincia de Santa Fe, el dr. Miguel Cappiello. Para comprender el poder que tiene la industria y los intereses que se ponen en juego con la producción pública, el Dr. Cappiello comentó que “de las 10 empresas más poderosas, de las que más facturan a nivel mundial, 6 son farmacéuticas”. Por eso es muy importante, el papel del Estado en el diseño de políticas de producción de medicamentos, promoviendo una articulación entre las provincias y también a escala regional. El Dr. Rachid, comentaba en el programa de La Posta Sanitaria* sobre un proyecto que se presentó en la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) para producir medicamentos para los 450 millones de latinoamericanos.

Estos son avances muy importantes y necesarios para hacer frente a la poderosa industria farmaceútica. Son proyectos que deber ser desarollados e implementados por los distintos gobiernos, y dependerá también de la fuerza de los pueblos el sostener estas medidas comprendiendo que es su derecho una salud gratuita y de calidad. 


Mejor que cerrar, es desgastar.
Hospital Tornú (Parque Chas).

Los cuatro quirófanos tuvieron que ser cerrados por graves descargas eléctricas que ocasionaron lesiones en algunos médicos. Ante esta situación, los trabajadores del Hospital hacen responsables a las autoridades por ocultar la situación y no garantizar la correcta evacuación de los pacientes.
El macrismo de a poco va dilucidando las maneras más efectivas de privatizar la salud pública. Se han dado cuenta del revuelo político social que se arma cada vez que cierran algún servicio, o cuando han intentado cerrar hospitales. Por este motivo, es que continuamente acuden a otras estrategias que persiguen el mismo fin. Cerrar servicios en los hospitales de la ciudad y tercerizar la atención de esos pacientes en sanatorios privados. Una de las armas que utilizan, es el desgaste.
Pero este concepto no se limita a los recursos humanos, solamente, sino al desgaste de las instalaciones edilicias, eléctricas y del tejido de gas. Esta nueva estrategia del gobierno de la Ciudad, es la que están sufriendo actualmente los 4 quirófanos del Hospital Tornú. Uno de los detonantes, fue que dos médicos se quemaron las manos (mientras preparaban una operación) por una corriente eléctrica, debido a una falla en el transformador del edificio. El servicio se cerró, por la falla reiterada de la corriente en los quirófanos. Desde la Agrupación Renovar y Participar (Tornú), manifiestan que:

“Son innumerables las reparaciones que ha sufrido a lo largo de estos años el Pabellón Torello (Cirugía), no entendemos como se llegó a esta situación que obliga al cierre del mismo…
Este es otro lamentable ejemplo de lo dañino que son los arreglos cosméticos, que se deterioran rápidamente y no deben ser admitidos como solución, más aun cuando de nuestros hospitales públicos se trata”.

Como sí todo esto fuera poco, el SAME no se está encargando de derivar las cirugías programadas ni el traslado de pacientes.

Medicamentos Made in Argentina


Por Milagros Pérez Blanco . 18 de junio, 2014. 
En los últimos años, se ha vuelto a hablar de industria nacional y de políticas de Estado. Del “achicar el Estado para agrandar la Nación” se dio paso a una mayor presencia del Estado en el manejo de la económica, como promotor y ejecutor de políticas sociales y, también, en materia de reparación simbólica. Para poder hablar de producción pública de medicamentos fue necesario comenzar a desandar un camino, comprender que el Estado ha sabido ser un eficiente empresario, pese a las campañas mediáticas que nos aseguraron, y aseguran, lo contrario.
Es preciso aclarar ¿qué es la producción pública de medicamentos? Y porqué amerita esta compresión más integral de la cuestión. La producción pública de medicamentos es el Estado garantizando la universalidad y accesibilidad de los medicamentos al conjunto de la problación. Si partimos de considerar a la salud como un derecho humano básico, el medicamento ya no puede ser mercancía, no puede estar sometido a las leyes del mercado, sino que debe necesariamente ser un bien social. Esto implica que su precio no puede determinarse mediante el libre juego de la oferta y la demanda, porque las personas están sujetas de manera forzosa a adquirirlos. Los medicamentos resultan productos imprescindibles para la vida de millones de personas.
En la Argentina, existe una ley nacional, la 26.688, que fue sancionada en junio de 2011, que declara de interés nacional la investigación y producción pública de medicamentos, vacunas y productos médicos, reconociendo a éstos como bienes sociales. Sin embargo, esta ley todavía no ha sido reglamentada lo cual implica que, por ejemplo, no se pueda disponer de las partidas presupuestarias (es decir, del dinero para su implementación) que establece la ley en su artículo 12. ¿Por qué no se ha reglamentado aún? Podemos especular que la industria farmacéutica está ejerciendo presión, una vez, contra esta ley claramente contraria a sus intereses.

Recordemos un poco

Bajo el primer gobierno peronista, el Dr. Ramón Carrillo, creó Especialidades Medicinales del Estado (EMESTA), empresa de producción pública de medicamentos dedicada a abastecer a los hospitales públicos. Los productos EMESTA eran entre un 50% a 75% más baratos que los de producción privada. EMESTA fue cerrada por la dictadura militar que derrocó a Perón en 1955.
En 1964, el Dr. Arturo Oñativia, ministro de salud de Illia, sanciona dos leyes conocidas como “la Ley Oñativia”, por la cual se establecía una política de precios y control de los medicamentos, fijando límites para los gastos en publicidad de las empresas. La ley declaraba “de utilidad pública y sujetos a expropiación” las drogas, productos químicos, reactivos, formas farmacéuticas, y medicamentos. Otra vez aparecerá la mano dictatorial: una de las primeras medidas de Onganía fue derogarla.
En 2007, la legislatura porteña había aprobado la creación del laboratorio estatal de producción de medicamentos. Pero en este caso no hizo falta la intervención de ningún golpe de estado. Macri vetó la ley a pesar de que en el artículo 21 inciso 10 de la constitución de la CABA, se destaca la necesidad de desarrollar “una política de medicamentos que garantiza eficacia, seguridad y acceso a toda la población” y promover “el suministro gratuito de medicamentos básicos”.[1]

Industria Nacional

Según un informe de 2013 del programa Remediar[2], del total de principios activos que se necesitan para la elaboración de los medicamentos, el 90% es importado. “El tema de los medicamentos debe inscribirse en una política de Estado porque es un tema central para recuperar soberanía en salud”, afirma el Dr. Rachid, quien fue director de Laboratorios Puntanosde San Luis y actualmente trabaja en el Ministerio de Defensa al frente del laboratorio conjunto de las fuerzas armadas.
Es preciso considerar cuando hablamos de industria nacional qué sucedería en caso de un conflicto bélico. Aquí se plantea el tema de la dependencia y los medicamentos no escapan a esto. No podemos depender de países centrales, que en caso de quererlo, pueden suspendernos el envío de materias primas. Lo paradójico es que hace 40 años las fabricábamos en el país. Debemos recuperar eso que supimos conseguir. La Asamblea Permanente de Derechos Humanos declaró que “nuestro país está en condiciones de cubrir sustancialmente la producción requerida por el mercado nacional en este rubro, con los consiguientes ahorro de divisas en su balanza comercial y generación de puestos de trabajo en la áreas públicas que se encuentran habilitadas ya para tal fabricación”[3].
“El gasto del medicamento en el gasto total de salud es el más alto del mundo, en nuestro país”, asegura el Dr. Rachid y agrega que son más caros en nuestro país que en Inglaterra y en España. Incluso son más caros que en Chile, pese a que los producimos acá y los exportamos a Chile. Hoy se habla mucho sobre el tema de los precios y la inflación pero, paradójicamente, poco se discute sobre la formación de precios y la estructura de costos de los productos. ¿Cómo se fijan los precios? ¿de acuerdo a la estructura de costos o de acuerdo a lo que las personas pueden pagar por esos productos? Este es un tema que los medios masivos de comunicación ni siquiera mencionan. La industria farmacéutica es la única donde “la cadena de valor arranca del 900%”, afirma el Dr. Rachid. Y sostiene que “la producción pública de medicamentos no sólo debe ser la que produzca para el sector hospitalario, garantizando la accesibilidad a los medicamentos, sino que debe ser una empresa testigo de precios para que el país fije una política de precios sobre la industria”.
El Dr. Rachid ha participado en la presentación a la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) de un proyecto para que la UNASUR, como región, produzca dentro de 5 años medicamentos para 450 millones de latinoamericanos. La propuesta fue aprobada en 2012, en Lima, en el marco de la VII Reunión Ordinaria del Consejo de Defensa Suramericano, en la cual participaron los ministros de Defensa de los países miembros., con el lema: “El medicamento, eje de construcción de Soberanía”.
En 2007, se fundó la RELAP (Red de Laboratorios Públicos) donde se nuclearon todos los laboratorios públicos existentes para delinear una política de producción pública de medicamentos a nivel nacional. Algunos de los objetivos eran: realizar compras conjuntas de materia prima para abaratar los precios, capacitar personal entre los laboratorios en el know how, delinear una lógica de producción conjunta y abastece al primer nivel de atención sobretodo en el caso de patologías crónicas que impactan en el segundo nivel de atención.
La producción pública de medicamentos no es una ocurrencia disparatada, ni de ocasión. Desde la década del 40 viene desarrollándose y aún no ha logrado ser implementada en un 100% por la oposición de las corporaciones farmacéuticas e intereses sectoriales, pero tenemos una ley nacional que declara al medicamento como bien social. Es necesario difundir y comprender qué es la producción pública de medicamentos, cuál es su importancia social y estratégica y por qué es una cuestión, también, de soberanía nacional.

[1]  Disponible en: http://infoleg.mecon.gov.ar/?page_id=166
[2]  Remediar es un programa del Ministerio de Salud de la Nación, que abastece de medicamentos esenciales gratuitos a los pacientes de Centros Públicos de Atención Primaria de todo el país.
[3] En: http://www.apdh-argentina.org.ar/Sobre_la_Reglamentaci%C3%B3n_del_la_ley_26688 [Consulta: 15 de junio de 2014]
* Publicado en Revista  Xideas 

BOLETÍN DE SALUD Nº 17 - MAYO de 2014


Primera emisión de La Posta Sanitaria
El pasado sábado 17 de mayo se llevó a cabo la emisión del primer programa de “la Posta Sanitaria” un espacio radial que podes escuchar por La Colectiva (FM 102.5) o por internet en www.lacolectiva.org.ar dedicado a informar, promover, defender y reflexionar sobre la salud pública.

La primera cita tuvo lugar a las 11 de la mañana en el hospital de niños Ricardo Gutierrez, puesto que “La Posta Sanitaria”, además de transmitirse en vivo, tiene un formato de radio abierta itinerante que permite al programa acompañar y transmitir desde los lugares significativos y relativos a la salud pública de la ciudad de Buenos Aires.

En esta primera emisión participaron Silvia de Francesco, medica del Hospital de Niños y presidenta de la asociación de Profesionales junto a Laura Schargrodsky, delegada de la Asociación filial del Hospital Gutiérrez, quienes comentaron la lucha que llevan a cabo dentro y fuera del Hospital de Niños y además informaron la situación que atraviesa el SAME luego de los despidos y recortes ocurridos tras la resolución 1657 dictaminada el año pasado por el gobierno de Mauricio Macri. Finalmente fue entrevistada Sara del Valle, coordinadora del “pan del Borda”, quien recordó la represión acontecida el 26 de abril del año pasado en el taller protegido 19 del Hospital Borda, a manos de la policía Metropolitana y detalló las consecuencias y la situación actual del hospital y los trabajadores luego de la represión . De esta manera se cerró el primer programa de “La Posta Sanitaria” un espacio que promete no ser sólo un lugar más, sino otro bastión para quienes luchan a diario por una Salud Pública de calidad y al alcance de todos.

Sumario ilegal y quita de salario para trabajadores de la salud del Moyano y Gutiérrez
El día 22 de mayo concurrió un nutrido grupo de trabajadores de la salud, diputados de la ciudad, comuneros, representantes de entidades gremiales y asociaciones de profesionales a acompañar a Laura Schargrodsky, actual presidenta a cargo de la Filial de AMM del hospital Gutiérrez, a la Dirección General de Sumarios de la CABA.
Esto fue en relación a un sumario realizado a la doctora por organizar una asamblea de trabajadores del SAME. En dicha asamblea se discutió sobre los derechos de los pacientes afectados por la Resolución 1657, y sobre la continuidad laboral de los trabajadores del SAME.
Es importante destacar que dicho sumario es ilegal porque los trabajadores tienen derecho a realizar asambleas bajo la protección de la Constitución Nacional. Además, al ser presidenta a cargo de la Filial de AMM del hospital Gutiérrez tiene fuero gremial contra persecuciones políticas como ésta.
Dicha persecución se da en el marco de una reciente quita ilegal en los salarios de más de la mitad de los trabajadores del Moyano. Esto se dio como represalia luego de que se organicen en asambleas para defender su hospital frente al despido inminente de cientos de trabajadores y los consecuentes cierres de servicios de salud a las pacientes de dicho nosocomio.
Persecución y recorte de salarios a los trabajadores del hospital Moyano
El 15 de mayo agentes del Ministerio de Modernización y del Ministerio de Salud del GCBA ingresaron al Hospital Moyano con una notificación de “descuento salarial” para 550 trabajadores del nosocomio. Con esto, se pretende sancionar por ausentismo al 63 por ciento del personal, lo que resulta incoherente ya que implicaría que durante esos días de ausentismo generalizado el hospital no podría haber funcionado.

Esta notificación se funda en una serie de auditorías punitivas e irregulares que el Ministerio de Modernización viene realizando en el hospital desde enero de 2014 luego de que el ex-director del hospital Alberto Monchaboln Espinoza se negase a aplicar la resolución 1657 dictada por el ministerio de salud con el argumento de que su aplicación dejaría a la mayoría de los servicios sin profesionales. En los primeros meses del año ya a 69 trabajadores se les bloqueó el sueldo con los mismos argumentos de supuesto ausentismo con lo cual es sencillo conjeturar que esta notificación tiene que ver con un plan sistemático de achique del personal y de cohersión a la organización interna del Moyano.

Los trabajadores afectados decidieron no reconocer esta notificación porque “carece de sustento legal” ya que “no se respalda con documentación que acredite que los dichos vertidos en la misma sean fehacientes y el papel no tiene membrete ni logo que identifique a una institución”.

La Asamblea de Profesionales del Hospital Moyano vienen desarrollando diversas medidas de lucha para contraponerse a este ataque por parte del gobierno de Macri, realizando radios abiertas, conferencias de prensas, acudiendo a la comisión de salud de la legislatura y la defensoría del pueblo.

El rol fundamental de este hospital en materia de salud mental pública nos obliga a acompañar el proceso de resistencia que vienen gestando los trabajadores del Moyano en defensa de lo público contra el achique y vaciamiento de nuestros hospitales.

Haciéndole rayos x a la gestión PRO

Si uno observa la página del gobierno de la Ciudad, específicamente la sección noticias sobre salud1, se observan claramente estos párrafos: “se inauguró la nueva sala de guardia del Hospital General de Agudos Dr. Ignacio Pirovano…”. Uno continúa con la lectura y: “…La guardia, de 1150 m2, cuenta con una recepción, una sala de espera, nueve consultorios externos, una sala de radiología…”. Estas “nuevas” implementaciones llegaron a partir de un reclamo de 2012, realizado por médicos del Hospital de Belgrano, que junto al Dr. Jorge Selser presentaron un pedido a la legislatura sobre la situación del Hospital. Entre otras cuestiones de importancia, citaban: “6. Estado actual del colimador del equipo de Rayos X del quirófano de Cirugía General. 9. Si el Servicio de Medicina Nuclear ha sido provisto y en qué fecha, de elementos de protección contra las radiaciones ionizantes para el personal, guantes, chalecos, anteojos y cuellos plomados.”
En estos momentos, hay una nueva Sala de Rayos X en el Hospital Pirovano, a la cual no le funciona la procesadora (máquina, cuya función es revelar las placas). Los elementos de protección radiológica nunca llegaron. Debido a la falla en el servicio de Rayos X del Pirovano, el Hospital Tornú se ve sobrecargado… y faltan placas para la terapia intensiva.


1http://www.buenosaires.gob.ar/noticias/un-repaso-de-obras-en-las-guardias-hospitalarias-portenas

- Copyright © salud y comunas - Hatsune Miku - Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -